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Aunque como están las cosas no tiene demasiadas oportunidades de manifestarse abiertamente, el presidente de Siria, Bashar Al Assad, ha concedido por estas horas una interesante entrevista al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, que acaba de ser publicada, y en la que sostiene más que nada que “renunciar sería una traición”.

En los mismos términos, Assad indicó que “destrabar el conflicto llevará mucho tiempo”, y no dudó en acusar a los “países que apoyan a la oposición para obstaculizar los esfuerzos de paz”, los cuales determinó posteriormente como Turquía, Qatar, Arabia Saudí, Francia, Gran Bretaña, muchos de ellos a su vez fogoneados por Estados Unidos.

“Si decido dejar el poder en las circunstancias, sería una traición nacional. Pero si el pueblo lo reclama, es otro asunto. Es mediante elecciones o referendo como uno sabe si el pueblo quiere que se deje el cargo”, afirmó el propio Assad, quien posteriormente reveló que tiene pensado mantener su postura hasta el final de su mandato, el año que viene.

Finalmente, las últimas declaraciones del máximo mandatario y líder del ejército sirio, tuvieron que ver con las acusaciones vertidas en torno a la posibilidad de que existan armas químicas en su territorio, ante lo cual refirió que “si París, Londres o Washington tuviesen una sola prueba para sus afirmaciones, la habrían presentado a la opinión pública”.

Vía: TeleSur TV
Imagen: Contra Injerencia

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