La situación en Siria es cada vez más complicada, al punto de que varios de los países limítrofes, o al menos de la zona, han comenzado a negociar el envío de armas tanto a las fuerzas oficiales como opositoras, motivo por el cual la ONU se ha pronunciado totalmente en contra de este tipo de negociados, que no hacen más que atentar contra el pueblo.
De hecho, fue el secretario general del organismo internacional, Ban Ki-Moon, quien ha indicado que “potencias externas”, se han encargado en las últimas semanas de “proveer de armas tanto al gobierno como a los insurgentes sirios”, misma forma en la que se manifestó también el mediador de la Liga árabe, Lakhdar Brahimi.
En concreto, los dos funcionarios sostuvieron que son inaceptables los niveles de muerte y destrucción que se viven actualmente en Siria por estos días, y su convencimiento de que la situación no cambiará, en tanto los países ajenos al mismo no dejen de enviar armas al interior del estallido.
Para colmo, al tratarse de grupos que se mueven con un sigilo absoluto, es difícil culpar a un país entero por el suministro de armas a los diferentes bandos sirios, aunque la prensa internacional señala directamente a Irán y Rusia de ser los culpables de esta situación, dada además la falta de consenso a nivel mundial al respecto.