La violencia en Siria no sólo deja como saldo destrucciones edilicias y un país meramente devastado. Pues ciertamente, la violencia no encuentra sus límites y luego de 18 meses de enfrentamientos y guerra civil, el sector de la Salud pide poner un freno, puesto que se encuentra intensamente amenazado por no poder abastecer a quienes necesitan de cuidados.
Pues desde los inicios del conflicto, casi 40 hospitales, más de 150 centros de salud y casi 300 ambulancias fueron destruidas dejando a la deriva a muchas personas que requerían de manera urgente de atenciones especiales.
De esta manera, la violencia que ya no sólo se percibe entre los protagonistas, ahora encuentra a la salud como un nuevo rival, causando cada día decenas de muertos y heridos.
Respecto a la situación que se vive en el sector de la salubridad, el ministro de Salud, Saad al-Naef, dijo que en los últimos tres meses fallecieron alrededor de 20 médicos, enfermeras y equipo técnico mientras llevaban a cabo sus labores en favor de la sanidad de las personas, dejando como saldo además a 10 encargados de la salud ene stado deplorable y otros 7 secuestrados.
Vía: Prensa Latina
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