La capital siria volvió a ser ayer sacudida ayer por explosiones y ráfagas de ametralladoras en medio de combates por el control de algunos de sus barrios entre rebeldes y tropas regulares de la dictadura de Bashar Al Assad. Pero la estación aérea civil de Damasco fue escenario de un hecho insólito que revela hasta qué punto se está degradando la situación en el país controlado por una dinastía familiar desde los años 70.
El episodio se produjo en la mañana cuando, en medio de una parada de emergencia de un avión de Air France –algo en sí mismo preocupante en una ciudad conmocionada por una guerra civil–, a los pasajeros del vuelo 562 se les pidió que sacaran sus billeteras para que ayudasen a pagar por el combustible adicional que significó el desvío. El avión, que se dirigía de París a la capital del Líbano, tuvo que ser desviado en medio de tensiones cerca del aeropuerto de Beirut, el miércoles. Con poco combustible, terminó por aterrizar en Damasco. Un portavoz de Air France explicó ayer que la tripulación le pidió a los pasajeros dinero en efectivo sólo como una “medida de precaución debido a circunstancias muy inusuales”. Las sanciones internacionales que pesan sobre Siria complicaban el pago de combustible adicional.
El vocero dijo que Air France había hallado una manera de pagar por el combustible sin necesidad de acudir finalmente a los pasajeros y se disculpó por las molestias. La compañía aérea nunca había recurrido a dicha solicitud. El avión despegó tras pasar la noche en Chipre y después aterrizó en Beirut el jueves, con todos sanos y salvos .