Las problemáticas de enfrentamiento en Siria, aun no encuentran su punto culmine. Si bien, la Organización de las Naciones Unidas ha intervenido en reiteradas ocasiones a favor de la paz de este país, los conflictos no cesan, por lo que en esta oportunidad, fue el Papa quien decidió realizar un pedido especial a las autoridades.
En este sentido, el Papa, Benedicto XVI, hizo ayer un llamado al cese de la violencia en Siria y advirtió que ese país corre el riesgo de sufrir un «conflicto generalizado», que podría tener «consecuencias fuertemente negativas internas y para toda la región». «Que no se ahorren esfuerzos, inclusive de la comunidad internacional, para que Siria salga de la situación de violencia y crisis, que dura desde hace mucho tiempo, y para que se garantice la asistencia humanitaria. La vida humana es un bien precioso que hay que tutelar siempre», agregó.
Por otro lado, Occidente responsabiliza al presidente, Bashar al Assad, del incremento de las hostilidades contra los opositores y piden que abandone el poder, mientras que China y Rusia, aliados del régimen de Damasco, también acusan a los rebeldes de los sangrientos combates y rechazan el alejamiento compulsivo del mandatario. La Cruz Roja no pudo acceder aún a la provincia de Homs para evacuar a los civiles, debido al fuerte bombardeo del Ejército.