En las próximas semanas, se estarán cumpliendo dos años del comienzo de la guerra de Siria, y de acuerdo a un reciente comunicado de la Organización de las Naciones Unidas, ya es de alrededor de un millón de personas, el número de habitantes del país que se marcharon como consecuencias de este estallido social.
De hecho, especialmente en este segundo año de enfrentamientos bélicos, ha aumentado la cantidad de personas que quieren dejar atrás su vida en Siria, abandonando incluso todas sus pertenencias, para marcharse a algunos de los países limítrofes en los que tienen al menos paz, como por ejemplo en los casos de Jordania y el Líbano.
“Con la huida de un millón de personas, con millones de desplazados en el interior del país y miles que siguen cruzando la frontera cada día, Siria se dirige hacia un desastre a gran escala”, indicó al respecto Antonio Guterres, el comisionado de la ONU para los refugiados de este país, quien además ha vuelto a pedir por la llegada de ayuda humanitaria a la zona.
“Estamos haciendo todo lo posible para ayudar, pero la capacidad de respuesta humanitaria está siendo puesta a prueba peligrosamente. Hay que detener esta tragedia”, finalizó el funcionario, a fin de evitar que se registren más muertos que los 70.000 de los que se tiene constancia hasta el momento, en una cifra devastadora para el país y el resto de la humanidad.