A estas alturas, son pocos los territorios alrededor de Siria que no se han visto afectados por la crisis institucional, política y humanitaria que existe allí. En el caso de Líbano, los medios informan que el ejército local se ha desplegado a fin de poder recuperar la frontera noreste, al tiempo que los grupos rebeldes llevan adelante una ofensiva para recuperar las ciudades sirias que se encuentran en esa misma región.
El caso es que por estos mismos motivos, desde entonces se han producido intensos enfrentamientos con las fuerzas del régimen respaldado por Hezbolá, con mayoría de representación en el mismo Líbano, sobre todo en las zonas cercanas a las colinas áridas que llevan a las ciudades sirias de Jousieh y Qusair.
Liderados por los combatientes de Hezbolá, el ejército de Siria que apoya al Presidente Al Assad logró recuperar la ciudad de Qusair, que se encontraba en manos de los rebeldes desde comienzos del año pasado. Luego de eso, Hezbolá amplió su participación militar en Siria, lo que para algunos fue negativo ya que aumentó la intensidad de los enfrentamientos que allí se llevaban adelante.
Si pensamos que el pasado lunes, dos helicópteros artillados dispararon cuatro cohetes contra Khirbit Daoud, en la periferia de Arsal, entendemos un poco más acerca de porqué el ejército local quiere cuidarse las espaldas. Esperemos, por el bien de Medio Oriente, Siria, Líbano, y el resto del mundo, que estas amenazas de enfrentamiento no se hagan realidad, de forma que todos podamos centrarnos en el final de las hostilidades en el propio territorio sirio, donde de hecho tuvieron su comienzo.
Vía: Daily Star
Imagen: Diario Ya