Yarmuk, ubicado en la ciudad de Damasco, es un centro para refugiados sirios y palestinos que se ocupaba de la alimentación y vivienda de cientos de víctimas del enfrentamiento que atraviesa la zona. Sin embargo, la paz también terminó para este rincón, cuando la violencia arrasó con el campamento.
En este sentido, los combates y bombardeos se reiniciaron este domingo también en el campamento de refugiados rompiendo de esta manera con la tregua que se había acordado desde mediados de febrero, según así lo indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esta forma, el campamento de Yarmuk, que en medio del conflicto entre el ejército y los rebeldes se encargaba de alojar a más de 150 mil personas, actualmente cuenta con tan solo 40 mil personas, entre las cuales se encuentran 18 mil palestinos.
Asimismo, desde el verano del 2013, las tropas de Al Assad imponen en el campamento una opresiva restricción, que obliga a los civiles de Yarmuk a vivir en una extrema situación de pobreza y hambre.
Pese al pedido de la ONU por abastecer al sitio de alimentos y medicinas, la tregua se rompió generando una amenazante violencia que crece día a día desde ya hace tres años cuando inicio el enfrentamiento en Siria.