En medio de la escalada de violencia en Siria, provocada paradójicamente por la llegada de los enviados de la ONU al país, ha salido a hablar ante los medios el Presidente norteamericano, Barack Obama, quien ha negado en toda regla una intervención armada de su ejército, como muchos vienen especulando en los últimos tiempos.
Considerando las últimas denuncias que el propio Estados Unidos, junto a Francia y el Reino Unido, han llevado adelante en contra del Gobierno de Siria por los supuestos ataques con armas químicas realizados sobre poblaciones civiles en las últimas horas, muchos pensaban en un interés norteamericano “oculto”.
Justamente, los representantes de Rusia y el Vaticano que se encargan de seguir el conflicto en Siria, han señalado que el atentado en realidad habría sido llevado a cabo por los propios insurgentes, apoyados por Estados Unidos de forma no oficial, quienes buscan que la ONU avale la intervención armada en Siria.
En cualquier caso, las palabras del máximo mandatario de la Casa Blanca no hacen demasiada mella en un conflicto que se extiende, causando nuevas muertes cada día, y que parece lejos de poder terminar en los próximos tiempos. A estas alturas, por más que se niegue la intervención armada, su sombra sigue rondando sobre Siria.
Vía: Télam
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