El Gobierno de Siria parece haberse cansado definitivamente de las distintas acusaciones que Estados Unidos lanza como preparando el terreno para poder producir una intervención armada en el territorio nacional, una vieja estrategia utilizada anteriormente en Afganistán e Irak, que ha dado ganancias multimillonarias a los norteamericanos.
En este sentido, ahora los sirios no quieren ser víctimas de una intervención así como así, y si bien saben que tanto Rusia como China les protegen desde fuera, Estados Unidos se encuentra cada vez más cerca de sus fronteras, con militares trabajando a destajo en el país limítrofe de Jordania, como si fuera poco.
“La Casa Blanca se basa en informaciones inventadas, a través de las cuales intenta hacer asumir al Gobierno sirio la responsabilidad de tal utilización”, ha indicado en este sentido un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria, en relación sobre todo a la acusación sobre el uso de armas químicas por parte del ejército local.
Además, otros importantes funcionarios han señalado la culpa que posee Estados Unidos en cuanto al fogoneo constante del accionar de los rebeldes, considerando que tanto este país, como Francia, Gran Bretaña, Israel y Turquía han preparado grupos de militares para enviarlos a Siria a combatir contra el Gobierno.