La insostenible situación de extrema violencia entre el Gobierno de Siria y los rebeldes, ha llevado a que en los últimos meses, una importante cantidad de ciudadanos decidiera, por motus propio, abandonar el país en búsqueda de algunas de las fronteras, como por ejemplo la de Jordania, donde se agrupan en centros de refugiados de guerra.
En el caso particular de este mes de enero que está próximo a finalizar, las cifras oficiales permiten ver que alrededor de 125.000 personas huyeron de Siria, de acuerdo a lo que afirmó la Agencia de la ONU para los Refugiados, y considerando que sólo Jordania ha asegurado, el haber recibido a más de 50.000 refugiados en lo que llevamos del año.
El problema es que más allá de todos los camiones dispuestos en la frontera, mucha gente muere incluso tratando de llegar a cruzar la misma, por lo que las postales de desesperanza se repiten en distintas partes del territorio nacional, las cuales tienen un tinte de creencia recién en las clínicas de los centros de refugiados mismos.
En este sentido, nada hace suponer que el éxodo de sirios de su país para refugiarse en el extranjero por la guerra civil interna vaya a finalizar en las próximas semanas, sobre todo si atendemos a las declaraciones realizadas por cada una de las partes intervinientes en el conflicto, que no piensan deponer su actitud.