Los bombardeos de las fuerzas sirias y sus combates con el Ejército Libre Sirio (ELS) prosiguieron hoy sin tregua, pese a la celebración de la fiesta del final de ramadán, en una crisis que ya se ha cobrado la vida de casi 23.000 personas, según la oposición.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), el mayor grupo opositor en el exilio, denunció hoy en un comunicado la muerte de un total de 22.587 personas, casi un cuarto de ellas en la provincia de Homs, desde el estallido de la crisis política en Siria, en marzo de 2011.
El CNS aseguró que, además de los 6.366 personas que han fallecido en la provincia de Homs, un total de 3.306 han muerto en la de Alepo y otros 2.411 lo han hecho en la provincia de Deraa, aunque precisó que esas cifras no incluyen a los desaparecidos y secuestrados, que se cuentan por decenas de miles.
Una de las últimas víctimas de la violencia en Siria ha sido una periodista japonesa, según informó a Efe el presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abderrahman, quien aseguró que la informadora resultó hoy herida grave en un bombardeo sobre el barrio de Suleiman, en Alepo (norte).