Alrededor de cien personas, la mayoría, civiles e insurgentes, murieron hoy en una nueva jornada de la campaña militar del régimen de Damasco contra las posiciones de los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) en diversas zonas del país.
Los opositores Comités de Coordinación Local (CCL) informaron en un comunicado de que las víctimas mortales se produjeron por bombardeos de helicópteros, artillería pesada y disparos del Ejército sirio, además de en combates con los miembros del ELS.
En aldeas y localidades de los suburbios de Damasco al menos 41 civiles y rebeldes murieron y en la provincia de Homs 24, mientras que 16 fallecieron en la meridional Deraa y otros once en Idleb, próxima a la frontera turca, precisó la agrupación.
Las demás muertes se registraron en las provincias de Deir el Zur, (este de Siria), la costera de Latakia y Alepo, en el norte.
Los Comités denunciaron que el hospital de la ciudad de Deraa recibió de las fuerzas de seguridad cinco cadáveres de campesinos que fueron ejecutados y torturados por los leales al régimen.
Según informó a Efe desde Tafas, en Deraa, el activista de los CCL Yazid al Badran, esa ciudad es escenario de bombardeos desde ayer, sábado, y las fuerzas de seguridad intentan irrumpir en la localidad, «pero no pueden porque tienen que enfrentarse con los combatientes del ELS».