siria220613.jpg

Resulta curioso como muchas de las naciones que ante los organismos internacionales se ufanan de querer lo mejor para Siria, luego envían armas y negocian los con rebeldes, provocando a su vez que la guerra interna del país no termine nunca. Una buena muestra de ello tenemos, de hecho, con “los amigos de Siria”.

En concreto, en este sentido estamos hablando de un grupo de países que siguen la línea internacional que marca Estados Unidos, en contraposición a la de Rusia y China, cuyos ministros de Relaciones Exteriores se reunieron esta última semana en Doha, Catar, para cerrar millonarias ventas a los insurgentes sirios.

Por otro lado, muchos de los medios pertenecientes a estos países, destacan de forma paradójica, que “han llegado a un acuerdo para contrarrestar los brutales ataques de las tropas leales al presidente Bashar al Asad”, incluso cuando se espera que la semana próximo se lleve a cabo una reunión por la paz en Ginebra, Suiza.

En este sentido, tampoco queremos dejar de señalar que muchos de estos países han alertado sobre la necesidad de que otras naciones también envíen toda la ayuda militar posible, incluso cuando eso sólo pueda derivar en que el conflicto armado se estire, y por intervenciones ajenas al mismo, y no propias de Siria.

Vía e imagen: Nación

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.