Aunque casi siempre cuando hablábamos de guerra en Medio Oriente nos referíamos a lo que sucedía en Siria, en esta ocasión parece que existe otro país que, lamentablemente, va camino de hacerle sombra en el mismo sentido. Estamos hablando de Irak,. Donde el avance del Estado Islámico de Irak y Levante tiene en jaque a las autoridades locales, que a estas horas se juegan el poder mantener el control del país.
Hay que destacar, en este sentido, que la situación de Irak es bastante semejante de hecho a la de Siria, si consideramos que ambos Gobiernos, tanto el iraquí como el sirio, permanecen bajo dominio chií y la protección de Irán. Ahora, con la llegada de sus rivales históricos es que muchos ciudadanos locales de Irak creen que es el momento adecuado para abandonar el país antes de que algo peor le suceda a sus habitantes.
En las últimas semanas, el mundo ha contemplado como en Irak, la presión en torno al primer ministro Nuri al-Maliki se está haciendo cada vez más intensa, lo que poco a poco comienza a lograr que fuerzas internacionales comiencen a insistir, nuevamente, en la neecsidad de una intervención armada, la misma que, recordemos, en el caso de Siria sólo ha podido ser evitada gracias a la intervención de Rusia y China en la ONU.
Como siempre, particularmente Estados Unidos se ha mostrado interesado en la situación, y por eso es que en las últimas horas viajaron hacia Irak el Secretario de Estado John Kerry, y más tarde uno de sus principales socios políticos, el Jefe de la diplomacia británica, William Hague. Se espera que con la llegada de estos gobernantes, más algunas discusiones en torno a la ONU, Irak no llegue a vivir la misma situación que Siria.