Luego de una enorme cantidad de idas y vueltas, y claro de las amenazas norteamericanas sobre una posible invasión en Siria, parece que los Estados Unidos han aceptado el plan de Rusia, que consiste en darle a los de Medio Oriente tiempo para deshacerse de sus armas químicas, a cambio de que nadie se meta en su territorio.

De este modo, y más allá de las diferencias que mantienen ambas potencias militares y a los intereses geopolíticos sobre la explosiva región de Oriente Medio, tanto el canciller ruso Serguei Lavrov, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, han informado que tienen una visión bastante cercana de la cuestión.

“Estamos convencidos de que nuestros socios estadounidenses prefieren de lejos una solución pacífica a este problema. Partimos del principio de que la solución de este problema hace inútil un ataque a Siria”, comentó justamente el representante ruso al respecto, como para marcar un poco el territorio a nivel internacional recientemente.

Incluso, la predisposición del Gobierno de Siria resultó fundamental, puesto que sus autoridades indicaron a los medios: “hemos recibido un documento de adhesión y estamos en el proceso de traducirlo y estudiarlo”. La posterior respuesta positiva de los de Al Assad terminó de ser suficiente para la concesión del hecho.

Vía e imagen: Clarín