“Hemos entregado a Naciones Unidas todas las pruebas y documentos que muestran que fue la oposición, no el Estado, la que utilizó armas químicas”, fueron las palabras más importantes de las mencionadas en los últimos meses por parte del Gobierno de Siria, y en este caso por parte del vicecanciller, Faisal Miqdad.
El caso es que en medio de las acusaciones cruzadas entre los propios sirios y los Estados Unidos acerca de quién fue el culpable del ataque químico a la población civil durante la estadía de los representantes de las Naciones Unidas, los defensores del Gobierno han presentado sus pruebas inculpando a los norteamericanos.
“Los grupos extremistas son el brazo de Washington e Israel en la región”, ha señalado en este sentido Wael al Halqi, primer ministro sirio, quien si bien no aporta ninguna información novedosa al asunto, si pretende que todo el mundo tenga en cuenta de dónde los insurgentes han sacado las fuerzas y el armamento que les permite luchar contra un ejército por más de dos años.
Por otro lado, se ha sabido además que los expertos tienen pensando analizar en las próximas horas lo que ha sucedido directamente con las regiones de Zamalka y Yobar, en la periferia de la capital, las cuales están investigando porque creen que allí podría haber evidencia que ponga en jaque a alguna de las dos partes.
Vía e imagen: Télam